Como cristianos evangélicos, creemos en la revelación de Dios – En sus tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo – en La Biblia y confesamos la fe del evangelio que se proclama en sus páginas.
Nos apoyamos en las enseñanzas que consideramos decisivas para comprender la fe y que deben expresarse en el amor, en el servicio cristiano útil y en compartir el evangelio a todos los que están a nuestro alrededor.
Creemos en:
- La soberanía y la gracia de Dios en la creación, la providencia, la revelación, la redención y el juicio final.
- La Biblia plenamente. En su divina inspiración y en su suprema autoridad a todo lo que atañe a la fe y la conducta.
- El pecado. La culpabilidad del ser humano que acarrea la ira de Dios y su condenación.
- El sacrificio de Jesús, el Hijo de Dios que se hizo hombre, en sustitución de cada uno de nosotros como único medio de pago para nuestra culpabilidad y del poder del pecado y de sus consecuencias.
- La justificación del pecador únicamente por la gracia de Dios, a través de la fe en Cristo crucificado y resucitado de los muertos.
- La obra de Dios Espíritu Santo quién guía y santifica al creyente.
- El trabajo de todos los creyentes que, unidos a través del Espíritu Santo, conforman el cuerpo de la Iglesia universal, cuya cabeza es Cristo, comprometidos por el mandamiento de Jesús de proclamar el evangelio a todo el mundo y por un servicio útil de y amor a la sociedad.
- El retorno de Jesús en poder y gloria, la resurrección de los muertos y la consumación del Reino de Dios.